La etiqueta ecológica de la UE facilita las decisiones ecológicas.
Para poder obtener la etiqueta ecológica de la UE, los productos deben cumplir unos criterios estrictos. Estos criterios medioambientales han sido elaborados por un grupo de expertos. En ellos se tiene en cuenta todo el ciclo de vida, desde la extracción de las materias primas hasta la producción, el embalaje, el transporte, el uso y los residuos. Cada etapa de un producto con la etiqueta ecológica de la UE se supervisa para determinar si se producen impactos ambientales. Estas normas protegen todo el ciclo de vida y garantizan la sostenibilidad.
El mayor impacto medioambiental suele producirse cuando se utilizan los productos. En este caso, las sustancias químicas entran en contacto con las personas y se liberan en el medio ambiente a través de las aguas residuales y el desecho de los envases. La etiqueta ecológica de la UE minimiza el uso de sustancias peligrosas, como las que pueden ser perjudiciales para el medio acuático. Los ingredientes de los productos también son biodegradables, por lo que son menos perjudiciales si acaban en el alcantarillado. Los envases también se reducen al máximo.
La etiqueta se ha concedido a miles de productos diferentes en toda Europa, como jabón y champú, ropa de bebé, pintura y electrodomésticos. Los criterios de uso garantizan la eficacia del producto. De este modo, puede estar seguro de que su pintura es eficaz y más respetuosa con el medio ambiente. Esto también significa que nuestra pintura está aprobada para su uso en juguetes y muebles infantiles.